En un giro preocupante de los acontecimientos, los casos de dengue en México han experimentado un aumento significativo, superando en más de cuatro veces las cifras del año anterior. Héctor Raúl Pérez, director del Instituto de Patología Infecciosa y Experimental de la Universidad de Guadalajara (UdG), alertó sobre esta situación, calificándola como un grave problema de salud pública.
Hasta la semana 50 de 2023, se reportan 27,977 casos de dengue no grave y 22,899 de dengue con signos de alarma, cifras que no tenían precedentes. Según el Panorama Epidemiológico del Dengue, en el mismo periodo del año anterior, se registraron solo 12,335 casos con 53 defunciones, lo que destaca la magnitud del incremento.
Aunque Yucatán, Veracruz, Quintana Roo, Morelos y Guerrero acumularon el 63% de los casos, es preocupante que la enfermedad se esté propagando por todo el país, incluso en regiones no tradicionalmente afectadas como Hidalgo y el Estado de México.
El infectólogo Héctor Raúl Pérez explicó que este aumento atípico se debe a la adaptación del mosquito transmisor del dengue a bajas temperaturas y mayores altitudes. Esta adaptación ha llevado a que la enfermedad se propague en áreas antes no afectadas, desafiando la concepción previa de que el dengue solo estaba presente en zonas costeras y climas cálidos.
El cambio climático, las altas temperaturas, las lluvias constantes, los huracanes y los movimientos migratorios se han identificado como factores que contribuyen al cambio en el comportamiento de la enfermedad. La presencia de los cuatro serotipos del dengue en el país también ha aumentado el riesgo de contagio.
Ante esta situación, se hace un llamado a la población para tomar medidas preventivas, como evitar la acumulación de agua estancada y contribuir a las acciones de fumigación de las autoridades sanitarias. Además, es crucial que la población esté alerta a los síntomas del dengue, como el fuerte dolor de articulaciones, de cabeza y la fiebre, y busque atención médica adecuada.
La propagación del dengue en nuevas áreas y la adaptación del mosquito a diferentes condiciones climáticas resaltan la necesidad urgente de medidas de control y conciencia pública para hacer frente a esta creciente amenaza para la salud en México.
